El verano o ese vórtice que invita al hedonismo. Ya sea a los placeres apolíneos de la calma y el relax, o al éxtasis vespertino del caos y la juerga desenfrenada, todos queremos darnos a algo. Algunos a las dos cosas. Para los últimos, los Festivales son una gran oportunidad.

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Crónica y fotos por Ary B.

Entrando en pleno periodo ecuatorial de perreo veraniego, dar con tu destino festivalero a lo largo y ancho de nuestra geografía resulta bien fácil. Anda, levanta una piedra en casi cualquier punto de España, seguro que debajo te encuentras carpas, focos y un montón de peña gritando. Las propuestas de festi multijornada –con o sin camping- son múltiples, simultáneas y están esparcidas entre costa e interior. Y, sin embargo, en Málaga no teníamos ninguna como la del Weekend Beach.


Neutralizar la paliza a chapuzones y poder descansar cuando la música descansa es un punto a favor para la fórmula sónicamente variada que ofrece el cartel.


En verano, la Costa del Sol hierve de energía y calor estival. ¿Lo bueno? Que el mar está al ladito para remojarse los excesos. De ahí que el mayor acierto de esta edición debut del WBF, celebrada del 3 al 5 de julio en la Playa de Poniente de Torre del Mar, recaiga sobre localización y timing. Festis en la playa hay muchos, sí, pero no tantos con camping, recinto de conciertos y playa a menos de veinte segundos.

La comodidad bajo el sol es tan importante como el Factor 30 cuando hablamos de este tipo de escapadas. Neutralizar la paliza a chapuzones y poder descansar cuando la música descansa es un punto a favor para la fórmula sónicamente variada que ofrece el cartel.

 

Jueves sobre la arena: bocata, botellón y mestizaje musical

La jarana comenzaba el jueves con una fiesta de inauguración gratuita para todos los públicos. Aunque una gran parte prefirió disfrutarlo desde fuera, botella en mano y pies descalzos sobre la arena.

¿En cartel? Rock, electrónica y predominio de sangre andaluza: el Back to Back Pantomime de Claudio y Salva; groove house con Dj Atom; Sau Dj’s Show; bandas como HDM o La Custom Band… Y algunos nombres más que quedaron eclipsados por el principal reclamo, El Canijo de Jerez.

Ese locuelo que llegaba en carromato desde Jerez de la Frontera. Guasón, rumbero y artista garrapatero por excelencia, el ex Los Delinqüentes dio una actuación tan pintoresca y divertida como cabía esperar. Repertorio mítico del grupo incluido, claro.

 

Fusión Weekend

La apuesta del Weekend Beach es la fusión de estilos. No es un festival de reggae. No es un festival de rock. Tampoco de hip hop ni de flamenco. Pero los cuatro estilos están, sin desparramar demasiado sobre ninguno. ¡Ah! Y la omnipresente electrónica también, cómo no.

Si no eres purista de un solo género y sabes disfrutar de todos, te molará el WBF. Si no, echarás de menos y de más un porcentaje importante del cartel.


Enérgico y en cuatro idiomas –francés, inglés, taqbaylit y español- Dub Inc representa la música internacional hecha carne.


La segunda jornada incluyó trompeteo y mestizaje a cascoporro con Canteca de Macao, Trashtucada y La Pegatina. Los catalanes, de hecho, terminaron su actuación con explosión de purpurina y color. El sábado fueron El Puchero del Hortelano, Muchachito y sus compadres y, más fuera del tiesto, Fuel Fandango los que siguieron sus pasos en lo que a fusiones se refiere.

Aunque la combinación más señalada fuera la sorpresa de Loquillo con Love of Lesbian en directo sobre su Cadillac Solitario, personalmente me quedo con el show de Dub Inc el viernes como plato más fuerte. Enérgico y en cuatro idiomas –francés, inglés, taqbaylit y español, si no se me escapa ninguno- el grupo representa la música internacional hecha carne. Bouchkour y Komlan son tan grandes vocalistas como speakers, y les acompaña una banda multi instrumental de sonido multicolor.

Peace, love and unity. Swan Fyahbwoy y Little Pepe pusieron el acento sobre el reggae y el dancehall nacionales, e hicieron al público bailar intercalados por las presentaciones de Miguel Caamaño (Alma de León). Estilos que compartieron escenario con el toque hip hop del cartel: el malagueño Gordo Master y SFDK, con Legendario como invitado inesperado.

Del lado hard rock, Boikot y Mago de Oz han levantado pateos y Rosendo lucido su nuevo repertorio (Vergüenza Torera, 2013) de rock consciente y contundente; lúcido e irónico.

Para los más electrónico-raveros, las claves de las sesiones de madrugada fueron unos espectaculares Pendulum y Gomad! & Monster, además de la rusa Nina Kraviz.

En definitiva, el finde playero y musical que plantea Weekend Beach Festival mola por la localización privilegiada. Y eso de poder refrescar en la playa el ciego o la resaca también está muy bien. En cuanto a la variedad del cartel, será un punto muy fuerte para cierto público, pero también un deal breaker para muchos otros. El riesgo está servido, la cerveza también.

 

 

 

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