Casi perdemos El Tren. Gracias a Dios iba con retraso, como un vuelo de Iberia. Y es que aunque los cocineros nos hicieran esperar, les perdonamos en seguida, quizá porque nosotros también llegamos tarde (en serio, los GPS están sobrevalorados). Así que con demora, pero empecemos: Se abre el telón, salen Mbaka y Cooking Bananas, ¿cómo se llama la peli…?

El público gritaba y en el humo ondeaban brazos y vasos de tubo. Mucho venía con África al cuello, dispuesto a repartir bananas, literalmente (a lo largo del concierto tiraron unas cuantas desde el escenario, eso sí: crudas). En los micros 2 y 3 le acompañaban Mbaka y Big Size, Zock estaba detrás de la mesa y elevado, como cuidando del resto…

Cookin Bananas Granada El tren 1

Algo frío todavía, Skinny B. entró en Pasan los días, quitándose la sudadera mientras avanzaba la canción, como calentándose a foco lento. Este track refleja uno de los temas recurrentes del artista: el paso del tiempo. Porque por mucho que se haga el duro, le puede la nostalgia. Los cambios y la fugacidad de la vida tienden a plagar sus letras, quizá porque se está haciendo mayor, como todos.

Eso sí, en el público predominaban los adolescentes y veinteañeros. Parece que su música no envejece, pero nos extrañó no ver más veteranos de guerra por allí, faltaban ojos con parches o alguna pata de gallo, teniendo en cuenta que ya son casi 20 años lo que lleva agarrando el micro el del Prat. Quizá las apariencias engañen, o quizá sea el espíritu de la banana, que nos mantiene jóvenes.

Con Todo sobre mi desmadre, homenajeó a Pedrooo explotando como nadie esa capacidad de síntesis tan característica de Mu. Dando a clichés, títulos de películas y frases hechas un nuevo sentido. Véase “a veces se me olvida la piel que habito, solo sigo el papel que tengo escrito…».

Cookin Bananas Granada El tren 3

Cookin Bananas Granada El tren 13
Cookin Bananas Granada El tren 5

Después llegaron los Puercos y con ellos los Payasos. A este MC lo que le sobran son tablas, es un artista sólido, los años se notan en el dominio del escenario, pero aun así sigue fresco, quizá porque se rodea de figuras como Mbaka, capaz de reirse hasta de su sombra. Y conste que los llamamos ‘payasos’ en el mejor de los sentidos: relajados, los tres Mcs se paseaban haciendo el ganso bajo los focos.

Con la autoridad que le otorgan los años y la chulería, Skinny B intentaba de vez en cuando poner orden. Por ejemplo, pidiendo al técnico de sonido que bajara el volumen a todos los micros menos al suyo, o confesando sentado sobre el borde del escenario: ¿sabéis lo que es ir con éste en una caravana? (señalando a un Mbaka enloquecido, que bailaba, hacia beatbox y se parodiaba a sí mismo, todo a la vez.) Una naturalidad y confianza con el público que tienen mucho de positivo, pero que a veces hacen echar en falta algo más de profesionalidad.

Cookin Bananas Granada El tren 15

A capella vino Cambios para transportarnos a todos a esa Galaxia llamada Prat. Llena de indios con sombrero mexicano y de vaqueros vestidos de chándal que fantasean con bañarse en dólares. Un espacio sembrado de yerba, ninjas en bicicleta, atracadores profesionales de bancos y las putas más guapas y descaradas de las Ramblas. Niños que se hacen los hombres, que aprenden a parecer tranquilos, o quizá lo consiguen de veras. En fin, una nebulosa que llamaremos Oliver, porque se rodee de quien se rodee, es él quien la crea, y de quien quería beber el público de anoche.

Cookin Bananas Granada El tren 10
Contra las cuerdas aprendimos matemáticas, porque “los ceros no son lo mismo a la derecha que a la izquierda”, haciendo evidente la obsesión del Mc por ese otro yo que pudo haber sido y en que quizá haya visto transformarse a algunos de sus amigos… Ese “yonki de mierda” en el que ha logrado no convertirse. Parece recordarse a sí mismo constantemente: si no fuera por las letras, por el rap, por el Plan, sería otro. Porque el camino del cero al diez no es nada sencillo.

Cookin Bananas Granada El tren 8

Todavía haciendo cuentas, asimilando la lección, nos vimos conducidos al surrealismo de ver a Mucho Mu bailando una canción de Rafael, al comienzo de Será mejor… Ahí quizá fue cuando reparamos en su postura corporal, su espalda curvada por la lucha (o por la Play Station), la vena de su frente, el collar con la silueta de África, el gorro de obispo de Iglesia inventada para rezarse a uno mismo, a los propios mandamientos, que en vez de ‘amaos los unos a los otros’ predica un sano ‘dejarse en paz’.
Cookin Bananas Granada El tren 4
Sea porque procede o por eso del decoro, pongámonos serios por un segundo: que baile canciones de Rafael se puede perdonar, incluso que sufra de Raperitis… lo que es imperdonable es olvidarse la letra de Bebiendo cerveza y fumando cigarrillos, ¡venga ya! Ni impro sobre la base en beatbox de Mbaka ni hostias, esa canción o te la aprendes, o haces playback, o te tatúas la letra en las palmas de las manos, pero la tienes que cantar, y no hay más. Personalmente no nos creemos eso de que no se sepa la letra, tiene que haber algo más… (to be continued).

Entonces, cuando ya pensábabamos que nos graduábamos, cuando ya habíamos tenido lecciones de matemáticas, cine y folklore español; llegaron los ejercicios de física cuántica con saltos temporales: de 2003 con Amor y Plata, diez años p’alante de golpe al ritmo de la genial Llueve en el infierno, con la que tuvimos toda una clase de aerobic siguiendo a la toalla drogada del Muchacho de un lado a otro. El baile siguió mientras Mbaka volvía a hacer gala de su humor y su fuerza sobrehumana batiendo un récord de hacer flexiones sobre el remix de Muévelo-mue-muévelo, cerda (gracias por las risas, Bassilio, repartes salud).

Cookin Bananas Granada El tren 16

Y para no dejar de hacer el mono con el micro-fono, seguimos con un a capella del mítico Hecho es simple, que ya sólo con el título lo dice todo. ¿Os acordáis de la capacidad de síntesis de la que os hablaba? Ahí está.

De ahí a PON, y su personal alternate take de La Abeja Maya en la que la abejita, en lugar de vivir en un país multicolor, vive en un barrio marginal y, en lugar de fabricar miel,  hace hiiiiip hooooop. Lo dicho: en el escenario los Mcs seguian jugando como niños, Escribiendo a máquina la historia de sus propias vidas, bebiéndose con avidez una deseada Alhambra que se había hecho esperar demasiado. La sala se movía como un vibrador encendido y alcanzando la intensidad máxima con Tenemos droga: cubatas saltaban, bananas volaban, altavoces explotaban, almas se cocinaban. Aquello parecía el final.

Cookin Bananas Granada El tren 6

¿Ya? No puede ser: Gritamos ‘OTRA’ y ‘MUUUUCHO’ hasta que volvió a salir haciendo una remezcla de viejos temas en los que charla con los personajes como si fueran viejos amigos. Ya sabéis, »yo te entiendo, abusadora, nadie te regala los billetes…’‘.

Cookin Bananas Granada El tren 12

Avanzando con calma y fuerza hasta el borde del escenario, el show terminó con la gran Dímelo es el Verbo seguida de Aquí te pillo aquí temazo. Así, sin besos ni abrazos nos despedimos de los Cocineros y de las Bananas. Pero sobre todo de un Muchacho que había demostrado una vez más que, aunque venga con el cinturón roto, no hay quien le baje los pantalones.

Ahora sólo nos quedaba salir de la cocina, con hambre todavía y con la lección aprendida, bajarnos del Tren para volver a la cruda realidad, donde encontrar sin GPS el camino de vuelta a casa.

Crónica por Sara Lamarti y Ary B.

Fotos por Ary B.

Dejar respuesta