Hoy, nos vamos a la malagueña (Mucha)Calle Gaucín, en San Andrés, con Salvatore Apa. El barrio, con más de dos décadas de memoria del hip hop patrio, nos parece un buen lugar para el reconocimiento y la apuesta por el futuro de la cultura.


Muchos le conocen por el nombre de su promotora musical: Muchacalle. La historia -hasta el día de hoy- de Salvatore Apa es una tan insólita como gamberra, y todo apunta a que así continuará.

Nacido en Suiza en 1972 de padre italiano y madre española, y criado en el barrio de San Andrés (Málaga), Apa estaba allí antes de que todo empezara. Cuando el hip hop aún no existía en nuestro país, él y sus amigos -muchos de los cuales llegarían a formar importantes grupos de rap español- seguramente no imaginaban que iban a escribir una parte de la primera historia del género en España…

Bastantes años y batallas después, Salvatore organiza festivales y giras nacionales e internacionales. Representa a Elphomega y Hablando en Plata, entre otros, y hoy nos trae de vuelta a por las calles de su antiguo barrio para contarnos cómo demonios comenzó toda esta historia…

FF: Sabemos que tu relación con el hip hop abarca todos los elementos, y no solo el rap. Tu primer contacto con la cultura, ¿con cuántos años y con cuál de las disciplinas fue?

Salvatore Apa: Uff, nosotros estaríamos en séptimo u octavo de EGB, con doce añitos o así, y todo vino por la peli de Beat Street (Stan Lathan, 1984) y por el break dance. Así fue como entró toda la cultura en España.

Antes de eso, no sabíamos lo que era el hip hop. Hombre, había nociones, pero no teníamos internet, a lo mejor había un pavo en Barcelona que bailaba, otro en Madrid, otros que pintaban y tal. Pero la verdadera fuerza fue el estreno de la película Beat Street, eso fue una explosión. De pronto todo el mundo bailaba, todo el mundo se ponía gorra, hacía graffiti…

Y aquí, en la zona de la estación de San Andrés, se ponían a bailar por la noche los chavales. También en Torcal, donde ahora hay un polideportivo, había una pista de suelo liso que era para patinar, pero allí la gente jugaba al fútbol, se peleaban, había batallas campales de barrio contra barrio… ¡No había Play [Station]!

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Rayka (HP Squad) y Salvatore Apa hoy, en calle Gaucín.

FF: Jajajaja, estamos hablando de mediados de los ochenta, ¿no?

S.A.: Estamos hablando del año 87 – 88 aproximadamente.

FF: ¿Y ya empezábais a interesaros por la música?

S.A.: Eso vino después. En esa época nos juntábamos ya Rayka, Morea, yo y algunos más, pero éramos niños. Para nosotros el mundo de la música y de la cultura todavía no había llegado. ¡Todavía no había rap aquí! Sí que se escuchaba mucho Afrika Bambaataa y ya nos gustaba el baile. Todo iba poco a poco.

Se empezó con el break dance, después llegó el rap americano. Empezaron a escucharse cosas de RUN DMC y tal. Y el primero que le metió caña fue Rayka. Pero tanto Morea y Rayka como yo tuvimos grupos de rap. (Risas).


Nazión Sur empezó siendo un colectivo en el que estábamos unas quince personas: unos rapeaban, otros bailaban, otros pintaban graffiti.


FF: ¿Tú rapeabas?

S.A.: Sí, sí, uno de los primeros se llamaba Power Mac. Y no me acuerdo de por qué era eso. (Risas). ¡Ah, no! Era Power Rap. De esos nombres de rap facilones, jaja, y éramos precisamente Morea, Rayka y yo. Y grabábamos con las cintas, que Narco las tiene todavía.

Pero vamos, cantábamos fatal. Morea y yo no teníamos ni ritmo ni nada. Rayka sí que le cogió el punto y siguió.

FF: ¿Conocíais entonces a más gente que hiciera rap?

S.A.: Bueno, en aquél momento en Málaga [hablamos del año 90 – 92] había varios núcleos separados de personas que seguíamos el hip hop, pero no nos conocíamos entre nosotros.

Entonces, se celebró una convención de rap y un concurso en Juvensur –actualmente la zona de Vialia-. Allí había un recinto para exposiciones y cosas así. Y aquél encuentro lo organizó Paco Núñez [aka Paco Roller], un skater que mezcló en el evento un concurso de rap y una exhibición de skate.

A aquello se apuntaron chavales de todos los barrios de Málaga. Recuerdo que se apuntó el Mane [aka Spanish Fly] y Cantero [Mr Can, actualmente miembro de Chambao], y ellos quedaron segundos o terceros con un tema muy bueno que tenían. Era una versión del The Message de los Furious Five, pero en español.

FF: ¿Quién ganó el concurso?

S.A.: Ganó un grupo que se llamaba D.O., y eran dos chavales del Parque del Sur. Se llamaban David y Óscar, por eso el nombre. Llevaban un estilo muy Public Enemy, y eso partía en aquella época. A partir de la Jam de Juvensur nos conocimos grupos de todas partes, y a partir de ahí se formó Nazión Sur.


A partir de la Jam de Juvensur nos conocimos grupos de todas partes, y a partir de ahí se formó Nazión Sur.


FF: Cuéntanos la historia de Nazión Sur.

S.A.: Nazión Sur empezó siendo un colectivo en el que estábamos unas quince personas: unos rapeaban, otros bailaban, otros pintaban graffiti. Estaba, por ejemplo, Dj Pasti, Ballena… éramos muchísimos.

Lo que pasó es que siendo un grupo tan grande, cada uno quería hacer una cosa. El alma de todo era Cantero. Poco a poco se fue reduciendo la cosa. Se quedó Narco como Dj, y cantando Rayka, Spanish y Mr Can. Y yo, que era el único que tenía coche, les llevaba a todos los sitios. (Risas).

A partir de ahí, vino todo lo demás. Nazión Sur aportó mucho frescor al panorama de rap que se había formado en España. Porque el estilo que había en el rap español era el hardcore, el rollo del Club de los Poetas Violentos.

Y es que lo mismo que ocurrió en Málaga con la Jam de Juvensur, pasó a nivel nacional con la Jam de Alicante entre el año 91 y el 92. Estábamos igual, sabíamos que había rap en otros puntos de España pero nadie se conocía, y allí nos conocimos todos: el Club de los Poetas Violentos, Mucho Muchacho cuando todavía no era Mucho Muchacho, los graffiteros… Allí surgió la unión, y a Nazión Sur le salieron muchos bolos.

La actuación de Nazión Sur partió porque llevaban un rap muy fresco, un acento diferente, un flow espectacular. Spanish Fly la lió, se quedó en calzoncillos… fue el bombazo del rap malagueño fuera de Málaga.

FF: Dentro de la evolución natural del grupo, ¿cuándo tomáis conciencia de la dimensión de Nazión Sur? ¿Cuál es el punto de inflexión?

S.A.: Aquél día [de la Jam de Alicante] fue muy importante en ese sentido. Porque allí nos dimos cuenta del lugar en el que estaba Nazión Sur en el rap nacional. Fuimos conscientes del nivel del grupo pero también de los escritores y demás.

Desde entonces salieron un montón de conciertos. Los grandes grupos nacionales eran CPV, Nazión Sur y 7 Notas 7 Colores. Después, empezaron a sonar otros nombres como Geronación, también Kase.O y algunos otros.

Fotografía: Muchacalle
Fotografía: Muchacalle

FF: Vosotros también tuvísteis mucho que ver con el fanzine de rap de Málaga, ¿verdad?

S.A.: Claro, en ese momento en España los fanzines eran el único medio que teníamos para comunicar lo que pasaba y lo que salía en el mundo del rap. Aquí estaba el TCB Fanzine, y realmente eran fotocopias en blanco y negro, o fotocopias a color, y lo hacíamos todo a mano.

Fanzines de hip hop había muy pocos en Europa. Estaba 14K, de Suiza o de Alemania, me parece. Y luego estaba Alliance en Italia, que se imprimía en color y era lo más en el momento. Aquí, en España, salieron Barcelona Sur, por ejemplo, y el nuestro era el TCB Fanzine.

 

FF: ¿Cómo os lo montábais para crear cada número del fanzine?

S.A.: Lo primero es que Morea y yo le hacíamos fotos a todo. También tenemos algunas cosas grabadas en vídeo.

Aparte, yo estaba ya metido en cosas de diseño gráfico, ya tenía impresora y algunas nociones de maquetación. Todo era rudimentario: Morea se encargaba de recoger correo, yo de maquetarlo, también escribíamos, colocar las fotos… hacíamos un montaje tipo collage y luego lo fotocopiábamos.

Después lo mandábamos por ahí, no solo dentro Málaga sino también por Andalucía y por todas partes. De hecho, Zatu vino aquí a conocernos por Nazión Sur y porque había visto el TCB Fanzine. Tenemos todavía una foto con él y con Acción Sánchez mu’ chico (ver imagen abajo, año 1992-1993 aproximadamente).

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De izda a dcha: Rayka, Acción Sánchez, Zatu y señor no identificado. Fotografía: Muchacalle

FF: Y antes de que llegara todo esto del hip hop, ¿a qué querías dedicarte? ¿Qué querías ser de mayor?

S.A.: ¿Yo? ¡Un gamberro, igual que ahora! (Risas). A mí no me dio tiempo a proponerme lo que iba a hacer con mi vida. Siempre me ha gustado el dibujo y la creatividad, así que el graffiti fue un boom para mí. Desde el principió me atrajo bastante el tema de pintar, y eso también influyó para meterme en todo esto.

FF: ¿Cómo fueron  vuestras primeras experiencias con el graffiti?

S.A.: El graffiti, ¿sabes qué pasaba? Que no había sprays nada más que en Pryca, que los botes eran de coche. Eran carísimos y, al pintar, veíamos que aquello no tiraba muy bien que digamos.

Luego empezaron a llegar botes: los Novelty, los Felton… pero todo fue avanzando poco a poco. Entonces lo que hacíamos era pintar con brocha y después rellenar con spray los huecos, porque no teníamos para más.

Conforme las pocas tiendas de aquí se pusieron a distribuir spray, se forraron con nosotros. Porque éramos varios grupos, todos de un montón de tíos, que íbamos a pintar todos los fines de semana.

Recuerdo que El Sicario era un crack pintando cuando venía con nosotros. Él llegaba, cogía un spray sin boceto ni nada, y te hacía una locura a una mano. Es muy, muy bueno dibujando, pero le llena más la música.

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Pieza ‘Apa’. Fotografía: Muchacalle

FF: De Nazión Sur a Hablando en Plata…

S.A.: Pues Hablando en Plata sale de Nazión Sur, como Triple XXX sale de Nazión Sur. Rayka y Narco empezaron a formarse como grupo, a escribir y grabar maquetas. Poco a poco se unieron los grupos.


No había sprays nada más que en Pryca.  Pintábamos con brocha y después rellenábamoscon spray los huecos, porque no teníamos para más.


FF: ¿En qué momento te lanzas tú a organizar los conciertos y a mover a los grupos?

S.A.: Primero porque, cuando empezamos con el graffiti y todo esto, nos invitaban a muchas jams tanto a pintar como a dar bolos de Nazión Sur. En aquella época, el único que tenía coche era yo, ¿sabes? Entonces más o menos tenía que organizarlos a todos para que pudiéramos ir para arriba y para abajo.

Con el tiempo, cuando se formó Hablando en Plata, se hizo necesario que alguien lo organizara todo. Y yo dije ‘venga, vámonos p’allá, vamos a cerrar contratos, a hablar con salas’ y todo eso. Todo sin tener ni idea realmente de la profesión en la que me estaba metiendo realmente.

No hubo ningún cambio brusco, la verdad es que todo fue avanzando paulatinamente. Luego he trabajado también como diseñador y tal, y hasta hoy.

FF: Y de ahí a montar giras internacionales de Hablando en Plata para recorrer Latinoamérica.

S.A.: ¡Esas locuras solo se me ocurren a mí!

FF: Jajaja, hace tiempo nos comentaste que os había pasado de todo por allí.

S.A.: Sí, sí, aquello es una locura cada vez que vamos. Nosotros teníamos claro que había que ir a México, porque allí hay muchísimos fans del rap español y seguidores de Hablando en Plata.

Pero la primera vez que salimos a Latinoamérica, fue a Chile, por un tema cultural de la Embajada de España allí. Y estuvimos más tiempo en el avión que en Chile. Aquello fue muy raro, muy raro…

Nosotros nos fuimos para allá, y todo de puta madre, gastos pagados, súper bien. Llegamos, y nos recogió el que había montado todo aquello, con una furgoneta que iba entera rotulada.

Entonces, El Sicario se puso malísimo por el asma, y lo tuvimos que llevar al hospital corriendo. Recorrimos la ciudad hasta las afueras en la furgoneta, y toda la gente iba mirándonos, señalando, con una cara muy rara… en fin, que le pregunté al chófer que por qué nos miraban tanto. Y me dijo que la furgoneta estaba rotulada con la empresa del tipo que lo organizaba, que era el dueño de la red de prostíbulos más grande de Chile. (Risas).

A esto que nos quedamos pillaos’ ya todo el camino en la furgoneta. ¡Ojú! ¡¿Para qué preguntaría yo nada?!

Y eso fue la primera vez que salimos. (Risas).


Yo creo que no es muy diferente trabajar dentro de la industria musical para un estilo de música o para otro.


FF: ¿Recuerdas algún concierto más especial que los demás?

S.A.: Es difícil de decir, porque casi nunca puedo disfrutar de un concierto. Normalmente estoy liado todo el tiempo y me lo pierdo. Pero aquél primero en Santiago de Chile fue espectacular. La gente con luces, con bengalas, pasamontañas… daba un poco de miedo que hubiera fuego dentro de la sala, pero a la vez era alucinante. Lo recuerdo con mucho cariño.

FF: Después de todos estos años escuchando tantísima música, ¿tienes algún disco favorito?

S.A.: Siempre me quedaré con el Illmatic (1994) de Nas. Ese disco es mítico. Yo estuve un tiempo trabajando en Inglaterra, y me lo ponía un montón.

FF: Algo que te haya enseñado trabajar como manager y promotor en el mundo del rap.

S.A.: Yo creo que no es muy diferente trabajar dentro de la industria musical para un estilo de música o para otro. He aprendido lo mismo que podría haber aprendido si me hubiera dedicado al flamenco o al pop. Es una forma de funcionar: cerrar salas, organizar fechas, contratos…

Hombre, lo que sí puede marcar la diferencia es que en el hip hop hay más egos y hay que tener cuidado con eso.

FF: Muchos artistas están tratando de organizar cada vez más sus propios bolos para poder moverse y tocar. ¿Qué importancia crees que tiene para el músico contar con un mánager profesional que gestione todo este tema?

S.A.: Para mí, el artista se tiene que ocupar de su música y punto. Un músico no puede estar trabajando en su música y a la vez imprimiendo entradas, cerrando fechas, enviando carteles, llevando cuentas y todo eso. Lo ideal es que pueda centrarse en su trabajo y olvidarse del resto, que crea muchísima tensión.

FF: Antes de irnos, la pregunta del millón. Hemos comentado a veces la cantidad de conciertos que se están dando en Málaga y queremos saber tu percepción del panorama hip hop aquí y ahora.

S.A.: Creo que lo que está pasando está muy claro. Aquí se ha venido cultivando esta cultura desde la época de la que hemos estado hablando. Y eso, al final, da sus frutos.

Ahora la gente de fuera me pregunta, ¿qué hacéis en Málaga que tenéis cuarenta bolos al mes? Y yo digo que es por eso, porque no es un boom que haya salido de la nada sino que viene de hace mucho tiempo. Yo lógicamente estoy encantado, es una locura pero a mí me compensa muchísimo. Sobre todo porque llevo toda la vida con esto.

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