Autenticidad, creatividad y experiencia sustentan la última propuesta de Rapsusklei: un tour rodeado de los instrumentos de sus Flow Fanatics.


Crónica: Ary B.  |  Fotografía: Álvaro Moreno |  Dónde: Sala Trinchera (Málaga) | Cuándo: 10 Abril


Superando la treintena de trabajos discográficos -discos, maquetas y recopilatorios-, Rapsusklei atesora una de las carreras más prolíficas del rap español. Será que para él la música funciona como el oxígeno: no puede pasar demasiado tiempo sin nutrir sus venas. Y parece ser que no se le acaban las ideas.

La última consistió en lanzar un disco elaborado con la ayuda de una gran banda de músicos, los barceloneses The Flow Fanatics. El pasado año se reunieron para dar forma juntos al álbum Reality Flow (BOA Música y Eterno Miusik, 2014). Un exuberante long play donde los versos del maño, como hilo conductor, recorren músicas reggae, rock y [sobre todo] hip hop. Ahora, vienen a abarrotarnos los escenarios españoles de instrumentos con una gira basada en ‘Flow Auténtico.


Detalles cálidos. Riffs agresivos. Golpes de percusión rotundos que sacuden punchlines.


La noche del viernes 10 de abril se lanzaron al asalto ante una Sala Trinchera (Málaga) que superaba la mitad de su aforo. El quinteto abrió con poderío, a golpe de Hip Hop Kresía, y mantuvo un sonido impecable a lo largo de un setlist repleto de saltos. Sus transiciones modélicas entre las canciones frenéticas –Please Officer, Fanático del Flow– y las más íntimas –Dando y Perdiendo, En Busca– lograron un discurso sonoro unitario.

Lo más interesante de la propuesta es la fusión de géneros. Los instrumentos de Arecio Smith, Juan Pablo Balcázar, Toni Mena y Antonio Torres envuelven y colorean la voz en vivo de Rapsusklei. Detalles cálidos. Riffs agresivos. Golpes de percusión rotundos que sacuden punchlines. Toda una gama de frescos matices que inundan el repertorio del show. Tanto en los nuevos temas de Reality FlowCaer y Levantarse, Soledad, Llamada en Espera– como en los anteriores éxitos de Pandemia (2010) –Arkitekto, Cuándo irás-.

Los Fanatics abordaron el final del concierto con ímpetu progresivo. Muy astutos, optaron casi exclusivamente por hits convulsivos –Naaah Naah Naah, 1,2,3, Está To’ Feo, No Estamos Creyendo– y los rebajaron con tonos sepia –A Fuego, Melancolía– para imponerse finalmente con un clásico rotundo: Jazz Elak Olé, que el público recibió entusiasmado. Fantástico colofón y despedida.

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