Si en la historia del hip-hop de nuestro país tuviésemos que pensar en algunos MCs que más críticas han recibido, Chojín sería uno de ellos, sin duda alguna. Sin embargo pensamos que cuando eso ocurre, sean las opiniones bien positivas o negativas, es porque ese rapper está haciendo algo bien.


Por: Sebastián Arteaga


Y Chojín, lo queramos o no, ha conseguido algo que muchos ya quisieran: hacer historia en el hip-hop y forma parte de ella. Su legión de seguidores y haters es difícil de cuantificar; con Chojín no existen las medias tintas.

El año pasado Chojín volvió a dejar claro que sigue dando tanta guerra como siempre, con su último LP hasta la fecha: I. R. A. (Instinto, Razón, Autobiografía). A priori, podemos pensar que el título del disco hace referencia al descontento generalizado de la población ante la situación sociopolítica actual y quizás pueda tratarse de un llamamiento a la movilización popular. Pues no. Y sí.

Con este LP, Chojín trata de darle una vuelta de tuerca al rap consciente que tanto ha definido su carrera, para tratar varios aspectos de la sociedad desde una triple perspectiva: instintiva, racional y autobiográfica, aunque la primera prime sobre las demás. ¿Y cómo lo hace? Experimentando musicalmente, con excelentes colaboraciones e intentando construir mensajes positivos con esto de la crisis.

I. R. A. se compone de 14 canciones, cada una de ellas bien diferenciadas entre sí. La clara dicción y habilidad de Chojín en el fraseo sustenta producciones con sabor a flamenco, música popular africana, soul, bossa nova, clásica, etc., lo cual convierte al disco en todo un ejemplo de lo que consiste hacer rap sin prejuicios, con amplitud mental y ganas de seguir aprendiendo, actitudes que definen a un b-boy que, como poco, le debe lo que tiene al movimiento. Parafraseándolo, quizás no sea el que más vende (o sí, quién sabe), pero sí uno de los que ha dicho la palabra “hip-hop” más veces.

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