Un viaje con innumerables altibajos y detalles en el camino.


Por: Rafa Fields


Teníamos ganas, muchas ganas de ver el lanzamiento de Catarata por parte del Elpho y Elvira. Lo cierto es que desde el adelanto Tom Hanks ya podíamos apreciar la vuelta de tuerca del señor Sergio Albarracín, pero cuando el trabajo completo cayó en nuestras manos el 9 de febrero, entendimos que las expectativas que nos hicimos (que ya eran altas) pronto iban a verse superadas.

Un viaje con innumerables altibajos y detalles en el camino. Cuidado, se trata de un contenido con grandes dosis de empatía y puede variar tu estado de ánimo de arriba abajo sin que te des cuenta.

Aquí nuestro análisis tema por tema.

Alumbramiento

“Que les jodan si te dicen que no pintes el pupitre.
Vete a por ellos tigre.
¡A por ellos tigre!”

Demasiado. La canción ya empieza muy arriba revelando el auténtico espíritu de este trabajo. Un rock muy sutil flotando en medio de una melodía ambiental formada por teclados y coros. En la letra, el Elpho hace una demostración de rebeldía que nos lleva al fin del mundo con ese sonido Sigur Ros.

Golpéame

“Están muertos por dentro,
pero se hacen los guays.”

En este tema el componente rock de la banda se deja ver mucho más, y lo hace en un ritmo lento que contrarresta el subidón del primer track. Es como un “tranqui, que aún queda mucho disco, tómatelo con calma”. La letra es un viaje a través de un camino onírico que termina en un estribillo conjunto de Elpho y Elvira que nos devuelve al subidón.

El cactus

“Todos quieren sabios.
Todos quieren morir a sombra del cactus”

Como salida de la BSO de Dead Man, la parte instrumental de este tema nos lleva a los rincones más recónditos del lejano oeste. Las guitarras evocan perfectamente ese gran sol enorme abrasando la tierra por la que vaga una letra de Elpho sin rumbo fijo, como alma en pena, buscando la muerte. ¡Fans de Dante acérquense!

Corriente uno

Un interludio instrumental que nos rescata del purgatorio del tema anterior y sin una sola palabra entendemos un que después de la tempestad vuelve la calma. Si tuviera que definir esta canción con una palabra sería horizonte.

Muebles suecos

“Se nos ve apagando fuego.
Se nos ve soñando el atlas.
No queda espacio en las baldas
de nuestros muebles suecos.”

Y tras la sonrisa esbozada por el tema anterior aparece en tus oídos este señor temazo para terminar de llenarte el cuerpo de vitamina C. Y es en este tema Elphomega se muestra como fotógrafo de su entorno más íntimo (los fans de Phantom Pop saben de lo que hablo), creando un videoclip mental diferente en cada oyente. Elvira, con una instrumental acústica in crescendo, trae a tu mente tus mejores recuerdos para verlos con las gafas de Elphomega.
Si sois de esas personas que atesoran momentos, ya tenéis un nuevo tono para el móvil.

Cthuleo

“Vuelven la nubes más antiguas,
lluvias de Providence.
Tu nunca dudes que vives
dentro de un vórtice”

Si el anterior tema te deja sediento al final del crescendo, éste viene a darte más de lo que esperabas. Y es que ahora la temática gira en torno al universo de HP Lovecraft, tanto por parte de Elvira que pone sobre la mesa el hardcore que contextualiza perfectamente el horror cósmico del escritor; como por parte de Elpho. El que no sepa de qué va la cosa no puede entender al completo ciertas citas y referencias a seres inimaginables. Este tema es para mí el favorito del disco, no solo porque sea un temazo que lo es, sino porque los fans de HPL, que hemos captado muchas referencias a este asunto en otros discos del Elpho, estábamos esperando una canción con el Gran Cthulhu en el título.

Placa de Petri

Y a estas alturas del disco, que ya nos hemos acostumbrado a los bajones y los subidones, llega a nosotros otro interludio musical con tintes cósmicos y psicodélicos. Tras la liberación del rock en el tema anterior, este tema vuelve a retraer al oyente en lo más profundo de su reflexión, como mirándose a sí mismo en un microscopio.

Tom Hanks

“Loco si me creo, más;
bien, más; todo más;
pompa, fotos con la bolsa de la compra.”

En el ecuador del disco, otro nuevo subidón, esta vez más familiar por haber sido el single de adelanto. Lo cierto es que cuando lo escuchamos antes del resto nos quedamos flipados, pensando que tal vez Elpho había apostado demasiado fuerte por el indie, pero ahora que lo vemos insertado en su contexto nos parece un señor gran temazo. Instrumental en creciendo y letras intimistas crean un ambiente especial al que solo se puede mirar con permiso del Elpho.

El galgo

“Y pateé la vías del tren,
desde el Downtown hasta el río.
Soñando al raso en las colinas,
matando el hambre, esquivando el frío.”

El galgo, la faceta más canalla de Elpho hace aparición en un ambiente pistolero que ya nos suena, de hecho, a estas alturas del disco deberíamos tener una idea de por dónde van los tiros, por donde Elpho & Elvira los disparan, claro. Un blues con buena distorsión que pondrá en Marte a más de uno acompaña esta vez a ese personaje polifacético que Catarata quiere poner en nuestra piel.

Otro bache

“Querías salir, pero se ha hecho tarde.
Entre rascacielos de GTA nada va a matarte.
Solo es otro bache.”

Un canto a “esos días”. Porque hay días en que pides que el tiempo pase rápido, que llegue mañana. Esos días en que solo estás contigo mismo como sonorizado por una banda de rock psicodélico de los 70. Así es este tema de tan solo minuto y medio en que Elpho explaya su flow más rápido sobre un ritmo nada fácil de seguir.

Corriente dos

El tema más corto del disco. El segundo interludio musical que viene a rescatarnos de nuestro propio bache, a tendernos la mano. Y aunque para nosotros no sea tan esperanzadora como la primera, este interludio le dice al oyente ‘oye, que baches habrá siempre, pero de todos hay que salir aunque sea por curiosidad’. Esa sensación de que las cosas no han terminado todavía.

Partículas de estrellas

“Colgando de unas líneas de luz.
Hijos de un ancla old school tatuada,
un amor de acampada.
Va p’arriba y no para.”

Y aquí la sorpresa del disco. Un tema que como Tom Hanks o Muebles suecos tiene un crescendo muy marcado, pero en realidad se trata de lo contrario. La letra de Elpho respira añoranza y libera rabia con un humor adolescente intenso e incomprendido. La canción de la derrota, la nota triste magistralmente traducida por Elvira como una destrucción estelar de la que Catara recoge los restos para hacerlos canción y llamarla de esa forma. El título más acertado del disco.

Último grito

“¿Dejamos ya el edificio, o que?
¿te grabo en video, o que?
último archivo ¿ok?”

Un gran disco como Catarata no podía tener otra despedida. En este track hay que destacar el trabajo instrumental, un verdadero viaje hacia donde te dé la gana. Elphomega, mientras, se despide de todos dejando en nosotros una sensación extraña de añoranza, como la resaca literaria. Tras su ‘último grito’ Elvira moldea la melodía mágicamente dejándonos sedientos, pero satisfechos, inquietos, pero relajados, en pie de guerra, pero sumidos en una paz inigualable.

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