Parafraseando al Gordo Master, el pasado sábado 3 de agosto »Málaga fue aaaalgo grande pa’ mi…». Bueno, pa’ mí y para todos los amantes del Hip Hop que se acercaron desde otras provincias, y no solo a degustar nuestra riqueza gastronómica de pescaíto y copas cargadas una mihíta de más, sino a disfrutar en directo de grandes artistas de la cultura urbana.

Sí, en el FAT Festival la cosa fue de artistas gordos, nada menos que Mala Juntera, Rapsusklei, Dj Pera junto a Málaga Royalz, Malaganzters, El Niño Snake, Natos & Waor y Leiterman… ¡Ah! Y Samy Marto como speaker. Así que a eso de las 18.30 h, acompañados por un Sol de Sábado de justicia, los Freaks salimos hambrientos y dispuestos a comernos el FAT.

De camino a La Térmica (antiguo Centro Cívico de Málaga), donde Muchacalle y la Diputación tenían montado todo el tinglado del Festival de Arte y Tendencias, me encontré con acentos granadinos y onubenses pidiendo indicaciones hacia los jardines que anunciaba el cartel. Mientras les explicaba cómo llegar haciendo gala de mi falta de coordinación espacial, recordé Villarrobledo, Alcalá la Real, Rivas Vaciamadrid y toda la retahíla de lugares donde siempre hemos sido nosotros los forasteros preguntando ese »Oiga, ¿hacia el recinto del Festival?». En fin, me pareció bonito que fuera Málaga la ciudad a la que acercarse para disfrutar de un evento así. En nuestra opinión Freak, mereció la pena. Y tenemos fotos para demostrarlo.

Hacia las 20.00h Samy Marto nos daba la bienvenida marcando el comienzo de la velada. En el foso frente al escenario, apretados y currando como siempre, nos encontramos a Modernícolas, ElCuaderno, MálagaUrbana y Flazhes (espero no haberme dejado a nadie) tomando fotos, vídeos y notas de los primeros artistas en actuar: Leiterman y Gallardo junto a Serokah (Stay Puft) en los platos.

Los chicos de Memory Call se lo pasaron en grande abriendo el espectáculo para un aforo que estaba a medio completar pero que había llegado ávido de música, y en este caso: música 100% de barrio. Entre tema y tema, sacaron la artillería pesada: pistolas de agua para refrescar el mar de brazos en alto del público.

A la luz del atardecer teñida del morado de los focos llegó el turno del segundo grupo. Nuestro speaker felino hizo muy bien sus deberes y le sacó al público los gritos necesarios para que Natos y Waor subieran al escenario. Su directo invitaba a los presentes a su personal Catarsis.

La gravedad en la voz de Waor y sus letras plagadas de (llamémoslo) realismo sucio a la española son dos de las claves del estilo de este, el grupo más inesperado, o quizás menos esperado, del cartel. Sin embargo, entre Loopings y Strippers, los de Madrid supieron hacerse un hueco y no dejar a nadie indiferente.

Y de Madrid volvemos a Málaga con el siguiente artista, que ya no es El Niño a secas, sino El Niño Snake, y tampoco venía solo. En el segundo micro le acompañaba Big Foot y Dj Fichy en los platos.

Con un setlist que repasaba su último trabajo, el directo del malagueño supuso el primer punto de inflexión de la velada: si el público hasta entonces había estado entregado, con él llegó el momento de soltarse la garganta. Coreando ‘Fuerte’ nadie pudo evitar motivarse un poquito más, y digo nadie porque el subidón de energía comenzó a notarse tanto fuera del backstage como dentro, entre las caras de los siguientes artistas en el line up que se preparaban para subir al escenario.

A continuación… nos quedamos en Málaga pero cambiamos de disciplina: de la música al baile con Malaganzters. El grupo de Bboys más internacionales que ha dado nuestra provincia volvió a impresionarnos con un show en el que Alvaro-One, Big George, Kri$, Lord Zack, Somalias y X-Ven se lucieron. Bueno, nada a lo que no nos tengan acostumbrados estos cracks. Sinceramente, llegados a este punto creo que mejor que con mil palabras, os dejamos varias imágenes.
En fin, la exhibición de Breakdance nos dejó con la boca abierta y creo que hasta nos dio hambre solo de ver tanto ejercicio físico (¿no? ¿solo a nosotros?). Mientras recuperamos energías nos acercamos a ver el trabajo de Lalone y el resto de artistas, que seguían con sus graffitis en directo junto a los puestos de merchandising.

Pero retornamos a territorio musical cuando el Sr. Speaker nos vuelve a convocar frente al escenario, donde lo habíamos dejado con la figura del Sr. Snake y en cuyo lugar tenemos ahora la de un hombre ocho pelines más corpulento, y con una barba que debería estar asegurada como las manos de Iker Casillas o el trasero de Jennifer López (por lo menos): Dj Pera.

Con él no hay que dejarse engañar, aunque le veamos crecidito, al productor y Dj malagueño no le gusta salir solo cuando oscurece, así que se trajo a toda la familia de Royalz para probar juntos el aguante de los altavoces. Todo hay que decirlo, no dieron mucho de sí, pues fue su directo el que más sufrió los fallos de sonido que se notarían en adelante y que restaron varios puntos al conjunto del Festival.

El suyo fue, sin duda, un show enérgico y en el que uno no podía permitirse el lujo de parpadear. Y es que la presentación de Málaga Royalz Vol 2 traía a tantos artistas que a Samy Marto le costó acordarse de todos: Rayka, Little Pepe, Keyo, Nako 13, Pibe, Ras Boti, Juho, Narksoul, El Mono, Murianafobia y Toni Parga. A ver si soy capaz de ordenarlos…

En primer lugar, con clase y como debe ser, los veteranos: el gran Rayka (Hablando en Plata Squad) interpretando Qué Esperabas. Seguidamente Narksoul entraba con fuerza al escenario demostrando que es de los que piden permiso a posteriori: primero tiró agua al público y luego nos preguntó ¿Quién va a prohibirlo? El tercero de los Royalz también era de los jóvenes aunque para nada novato, Nako 13. Con él venía El Mono, y el público respondió a su llamada de Dame.

Pronto se les unieron Little Pepe y Juho, que tardaron en comenzar su directo por problemas de sonido. Al nuevo look rasta-free de Little Pepe aún tenemos que acostumbrarnos, pero su voz sigue intacta. Su voz y sus »Biribays» que nos obligan a movernos mientras Volamos por arriba, aunque esta vez no sonaba del todo como debía ser. A pesar de todo, el escenario vibraba y la peña no se vino abajo en ningún momento durante el espectáculo de Dj Pera.

Con Toni Parga, Murianafobia y Ras Boti escuchamos Sangre de mi sangre y No Fallarán, y poco a poco se fueron uniendo el resto de artistas bajo los focos para terminar su actuación, cómo no, liándola todos juntos.

La despedida de los Royalz anunciaba la llegada de Rapsusklei, que no nos dejó relajarnos y entró partiendo el micrófono a golpe del Naaaah naaah nahhh de la pegadiza instrumental de Cookin’ Soul. Con Oscarasecas en los platos, el maño demostró en Hip Hop Kresía que no sólo no necesita coristas, sino que además sabe machacar el ritmo a velocidades de vértigo… y acto seguido cambiar de tercio y ponerse melancólico, como hizo con Dando y perdiendo.

Voy a tomar prestado el concepto del Sincericidio de Jotandjota porque, joder, confesémoslo: en un concierto de rap hay que darle caña a la policía, porque sino… no es lo mismo. Y si miento, ¡¡que alguien me explique por qué siempre se lía en cuanto suena el mítico Whooop whooop de KRS One y su Sound de la police!! Esta vez como parte del discurso de Please Officer, una colabo del Sarkete en la que echamos de menos a Hermano L.

Como sabréis muchos de los que habéis estado en otros directos de Rapsus, el niño de la selva tiene cierta debilidad por encaramarse a las alturas en sus actuaciones. Esta vez le tocó el turno a la mesa de su Dj, desde donde interpretó Clik Clik, con tiempo de sobra para una voltereta en el aire y caer sobre la tarima convertido a su versión romántica de nuevo. Te quiero y A fuego vibraron en su voz y en nuestras fibras sensibles pero, a decir verdad, no pegaba que nos pusiéramos sentimentales, así que volvemos a la caña de Pandemia con Arkitekto, el característico »Billy Jean is not my sooooon» entre rimas lunáticas de ¿Cuándo irás? y No estamos creyendo.

Con el tema que vino a continuación creo que todos los presentes debimos de pensar lo mismo: señores Saturnino Rey y Diego Gil, lo que Está toooo feo es coincidir en un Festival y haceros por separado vuestra colabo de Lista de Invitados. Para despedirnos del de La Magdalena, el clásico Jazz Elak Olé coreado por todos.

Los Cracks que encabezaban el cartel: Hazhe, Capaz, Acción Sánchez y Zatu, llegaron (repitiendo) con Está to feo, para continuar dejando claro con Mesa para cuatro que Mala Juntera en el rap español tiene una reserva permanente a su nombre.

Con la historia de la estrella de rock maldita prendieron Mecha y Fuego, para quemar después el grito de Mala Juntera: Suena Haaaaa! Zatu, además de regalarnos un globo, nos regaló las míticas Vocales del Ingeniero. Después, para que pudiéramos asimiliar su habilidad lírica, el sevillano y el malagueño en los micros se subieron al ritmo bailando de un lado a otro con Mato y Flow del 15. A continuación, para elevar el flow al 25, nos llevan a su propio Wild Wild West: territorio para matar banqueros como en Una de vaqueros.

Para terminar, nos ponemos melódicos: Esos Momentos y No Puedo Dormir, cantando al unísono los fragmentos que nos sabemos (y los que no también) de Tosko y Shabu. Antes de marcharnos, dejamos que el humo se colara con Fumar Cagando y, ¿cómo no? Blondapetit.

El público, que lo había dado todo desde el principio, no pensaba permitir que la noche terminara sin escuchar Tú eres para mí. Así que cuando Hazhe, Zatu, Acción Sánchez y Capaz salieron del escenario, el silencio duró muy pocos segundos. Nos pusimos tiernos y a la voz de Oh baby, youuuu llamamos al grupo que, por supuesto, volvió para despedirse en condiciones.

Ahora sí podíamos ir en paz, después de la película: un beso y despedida.

 Crónica y fotos por Ary B.

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